Reemplazo de cadera
Resumen de la patología
La artrosis de cadera es un proceso irreversible que consiste en el desgaste del cartílago de la articulación del fémur con la pelvis. Los síntomas son: dolor, en ocasiones invalidante, que puede irradiarse hacia la rodilla y disminución de la movilidad.
Cuando el uso prudente de antiinflamatorios y la kinesiología resultan insuficientes para que el paciente tenga una calidad de vida aceptable, la alternativa para calmar el dolor es la cirugía.
¿Cómo lo solucionamos?
El objetivo del reemplazo total de cadera es calmar el dolor y permitirle al paciente disfrutar de una calidad de vida óptima y sin limitaciones. Es una de las cirugías más frecuentes de la especialidad y presenta un alto porcentaje de éxito (superior al 97% en centros especializados). La cirugía consiste en extraer la cabeza femoral y reemplazarla por los componentes protésicos, permitiéndole al paciente caminar a las 48 horas de la intervención.
¿En qué casos se sugiere?
Hay varias razones por las que se podría recomendar la cirugía de reemplazo de cadera como Artrosis, Necrosis, displasias o fracturas de cadera. Las personas que se benefician de la cirugía de reemplazo a menudo tienen:
- Dolor de cadera que limita las actividades cotidianas, como caminar o flexionarse.
- Dolor de cadera que persiste en reposo, ya sea de día o de noche.
- Rigidez en una cadera que limita la capacidad de moverse o levantar la pierna.